Precios sin control: La inflación estrangula a los hogares en México.

La persistente inflación, impulsada por el alza en frutas y electricidad, evidencia la falta de control en la política económica del país.

NACIONALES

11/7/20243 min read

La inflación en México ha alcanzado niveles preocupantes, afectando drásticamente el costo de productos básicos y servicios esenciales. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación anual subió a 4.76% en octubre de 2024. Este incremento se debe en gran medida a los aumentos en alimentos como frutas y verduras, así como en las tarifas de electricidad y otros servicios, afectando la economía de millones de familias. La creciente dificultad de cubrir los costos de la canasta básica ha generado preocupación entre los consumidores y expone la gravedad de la situación inflacionaria en el país.

Frutas y verduras, productos de lujo para muchos hogares

En el último año, el precio de frutas y verduras, alimentos esenciales en la dieta de los mexicanos, ha subido considerablemente. Productos frescos como jitomate, cebolla, aguacate y otros han registrado incrementos de hasta un 15%, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de las familias de menores ingresos. Para muchas personas, estos productos se están volviendo inalcanzables, y su consumo se ha visto reducido ante la imposibilidad de mantener el mismo nivel de compra.

Ana Gómez, madre de tres hijos en Guadalajara, describe el desafío diario de intentar llenar su carrito de compras en el supermercado. “Cada semana noto que suben los precios. Ahora compro menos frutas y verduras porque simplemente ya no me alcanza,” comenta Ana, quien representa la realidad de miles de mexicanos que enfrentan una reducción de opciones para cubrir las necesidades de sus hogares. Esta situación también afecta a pequeños comerciantes que ven cómo disminuyen sus ventas debido a la pérdida del poder adquisitivo de sus clientes.

Factores detrás del incremento de precios

La subida de precios responde a múltiples factores, tanto internos como externos, que han creado un entorno inflacionario desafiante. A nivel global, el incremento de los precios de las materias primas y las interrupciones en las cadenas de suministro han tenido un impacto directo en México, elevando los costos de productos esenciales. La inflación internacional ha afectado a numerosos países, y México no ha sido la excepción, viéndose expuesto a estos cambios de precios en el mercado global.

En el ámbito nacional, la terminación de los subsidios en las tarifas eléctricas en algunas regiones de México ha generado un alza en los costos de producción y transporte de alimentos y otros productos. Este incremento en la electricidad afecta tanto a los productores como a los distribuidores, que deben ajustar sus precios para poder mantener su operatividad. Estos cambios afectan de manera desproporcionada a los hogares de menores ingresos, que dependen de un presupuesto limitado y enfrentan dificultades para absorber estos costos adicionales sin alterar su estilo de vida.

Medidas del gobierno para mitigar el impacto de la inflación

Frente a esta crisis de precios, el gobierno mexicano ha implementado algunas acciones para intentar aliviar el impacto de la inflación en la economía de los hogares. Entre estas medidas se incluyen la reducción de aranceles para ciertos productos importados, la concesión de subsidios temporales a productores locales, y el ajuste de las políticas fiscales para intentar estabilizar el precio de ciertos productos básicos. Sin embargo, estas acciones han resultado insuficientes para contener el alza de precios, y muchos ciudadanos sienten que no han recibido el alivio necesario para enfrentar la inflación.

Analistas económicos señalan que se requiere una estrategia integral y a largo plazo para frenar los efectos de la inflación, estabilizar los precios y proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos. Luis Sánchez, economista especializado en política monetaria, ha indicado que “las medidas actuales son un alivio temporal, pero sin una solución estructural, los mexicanos seguirán viendo cómo su dinero pierde valor. Es necesario que el gobierno adopte una estrategia que controle la inflación sin comprometer el acceso a los alimentos básicos.”

Cambios en el consumo diario y los efectos en la salud

Para muchos hogares en México, la inflación ha transformado sus hábitos de consumo. Los precios de los productos frescos se han vuelto prohibitivos para muchas familias, quienes están optando por alimentos enlatados o procesados, que son más económicos pero tienen un menor valor nutricional. Este cambio en la dieta de los mexicanos es motivo de preocupación, ya que una alimentación baja en frutas y verduras frescas podría impactar la salud de la población en el largo plazo, especialmente en niños y adultos mayores.

El acceso limitado a productos frescos y nutritivos ha generado un impacto en el bienestar y calidad de vida de muchas familias, que se enfrentan a una elección entre pagar precios elevados por alimentos saludables o recurrir a alternativas más accesibles, pero menos nutritivas. Esta realidad representa un desafío para el gobierno, que debe considerar tanto los efectos económicos de la inflación como sus implicaciones para la salud pública en el país.