Ola de violencia desborda Sonora mientras el gobierno de Morena guarda silencio

La inseguridad se ha convertido en una crisis imparable en Sonora. En las últimas semanas, el estado gobernado por Morena enfrenta una escalada de violencia que ha dejado escenas estremecedoras en municipios como Hermosillo, Cajeme y Guaymas, mientras las autoridades permanecen sin ofrecer respuestas efectivas.

Tan solo en Hermosillo, se han registrado 18 homicidios en dos semanas, incluyendo el asesinato de tres niñas menores de 13 años. En Cajeme, una mujer embarazada fue brutalmente asesinada; en Hermosillo, una cabeza humana apareció en el baño de un supermercado; y en Guaymas, un joven padre de familia fue desaparecido. Hechos que no solo reflejan la gravedad de la situación, sino también el abandono institucional.

Ante esta ola de terror, el Observatorio Sonora por la Seguridad lanzó un enérgico llamado al gobierno de Morena en el estado, calificando su actuar como una “evidente incapacidad para enfrentar la crisis”. La organización exigió una estrategia clara, contundente y coordinada para frenar la violencia que afecta a miles de familias sonorenses.

Mientras el gobierno estatal minimiza los hechos, crece la indignación social y la exigencia de justicia. Morena prometió paz y seguridad, pero hoy Sonora vive una realidad marcada por el miedo, la impunidad y la ausencia del Estado.