Movimiento Ciudadano: el último refugio de los impresentables como Paul Ospital

Movimiento Ciudadano ya no es un partido: es una cantina política donde se reúne lo peor de la vieja política disfrazada de “nueva generación”. Ahí han encontrado refugio Paul Ospital y una larga lista de impresentables traidores, que han abandonado sus principios, sus partidos y a sus militantes solo por ambición personal.

Ospital, quien construyó su carrera bajo las siglas del PRI, hoy se pasea por MC como si nada hubiera pasado, sumándose a un proyecto que ha demostrado ser todo menos serio. Un partido donde se normalizan los excesos, el oportunismo y la doble moral, mientras los verdaderos problemas del país se ignoran.

Movimiento Ciudadano no es “nuevo”. Es la vieja política con filtro de Instagram. Traidores que brincan de un partido a otro sin convicción, buscando reflectores, candidaturas fáciles y espacios de poder. ¿El resultado? Escándalos, frivolidad y una alarmante falta de compromiso con México.

Mientras en el país se exige liderazgo firme, MC se hunde en el espectáculo. Y personajes como Paul Ospital, que traicionaron a quienes los formaron y les dieron oportunidades, se convierten en símbolo de un partido que no representa ni renovación ni futuro.

MC es la cantina donde se sirve traición en cada copa. México no necesita más farsantes; necesita políticos con palabra, con principios y con rumbo. Justo todo lo que en Movimiento Ciudadano no existe.