MORENA no prende en Durango: desconfianza local a pesar del impulso nacional
NACIONALES
4/21/20252 min read


Durango, México. A días de que inicien las campañas municipales en los tres principales municipios del estado —la capital, Gómez Palacio y Lerdo—, el partido Morena se enfrenta a una cruda realidad: la desconfianza de los duranguenses en su estructura local, a pesar del respaldo mayoritario que mantiene la presidenta Claudia Sheinbaum a nivel nacional.
Según los últimos sondeos internos manejados por el propio partido, la mandataria federal cuenta con una aprobación que roza el 80% en Durango. Su imagen ha salido fortalecida incluso frente a la reciente ola de tensiones internacionales encabezadas por Donald Trump, y su discurso institucional ha calado hondo en diversos sectores de la sociedad. Sin embargo, ese respaldo no logra traducirse en simpatía hacia los candidatos o estructuras morenistas en el estado.
Durango sigue siendo territorio difícil para Morena. A pesar de la cercanía ideológica que casi la mitad del electorado reconoce con los principios de la llamada Cuarta Transformación, la historia reciente del partido en la entidad ha estado marcada por divisiones internas, candidaturas poco sólidas y una desconexión con las preocupaciones reales de los ciudadanos. El contraste es evidente: mientras Sheinbaum capitaliza el ejercicio del poder con una narrativa de eficiencia y estabilidad, Morena Durango parece naufragar en sus propias contradicciones.
Además, los municipios más importantes del estado siguen bajo control del PRI, partido que ha sabido mantener una red territorial activa y una maquinaria electoral bien aceitada. Aunque Esteban Villegas, gobernador priista, enfrenta sus propios desafíos, Morena no ha logrado posicionarse como una opción viable o confiable frente al electorado local. La marca nacional parece no ser suficiente.
El reto para el oficialismo es claro: convencer a un electorado que simpatiza con el gobierno federal, pero que rechaza a los operadores locales del movimiento. Con las elecciones municipales del 1 de junio a la vuelta de la esquina, la pregunta no es si Morena logrará capitalizar la figura de Sheinbaum, sino si logrará sacudirse la imagen de improvisación, oportunismo y desconexión que arrastra en Durango.
En resumen, la 4T goza de salud en Palacio Nacional, pero en las calles de Durango aún no prende.