Morena admite su debilidad en Durango capital y anticipa fracaso en bastión clave del PRI

NACIONALES

5/27/20252 min read

Durango, Dgo.— A solo días de las elecciones municipales, Morena ha encendido las alertas en su estructura interna: mientras presume confianza en municipios como Lerdo y Gómez Palacio, ha terminado por reconocer que enfrenta serios problemas para competir en la capital del estado, donde el PRI mantiene una sólida presencia.

En el cierre de campaña de este domingo, la dirigencia morenista dejó entrever que Durango capital se le escapa de las manos. Fuentes cercanas al partido revelaron que los números no les favorecen y que el candidato José Ramón Enríquez no logró consolidar el respaldo ciudadano, lo que evidencia no solo una campaña débil, sino también una desconexión con las verdaderas preocupaciones de la ciudadanía.

Lejos de mostrar fortaleza, Morena ha centrado su discurso en victimizaciones, acusaciones sin pruebas y ataques al gobierno estatal, lo que para analistas refleja una clara estrategia de distracción frente al inminente revés electoral. “Reconocer problemas en la capital es, en la práctica, una confesión de derrota. Lo preocupante para Morena es que Durango capital representa el centro político y social del estado. Perder ahí implica mucho más que una alcaldía: es perder credibilidad rumbo al 2028”, opinó un politólogo local.

La elección de este 2 de junio será el primer termómetro de la nueva dirigencia morenista, encabezada por Andrés López Beltrán, quien apuesta por convertir estas elecciones en una plataforma hacia el 2028. Sin embargo, los resultados preliminares podrían representar el primer tropiezo de su gestión, particularmente en una plaza estratégica que no han logrado conquistar ni con el respaldo federal ni con el discurso de la llamada Cuarta Transformación.

Mientras Morena intenta posicionarse como opción de cambio, sus propias acciones y contradicciones en Durango capital han terminado por exhibir improvisación, divisiones internas y un alejamiento con la realidad del electorado. En contraste, el PRI mantiene control y presencia territorial, respaldado por una estructura que ha demostrado eficacia política y cercanía con la gente.

La capital duranguense, lejos de ser un terreno ganado para Morena, se perfila como el símbolo de su debilitamiento y de su falta de proyecto claro más allá de la narrativa nacional.