Desquiciada y sin rumbo: Layda Sansores convierte a Campeche en un caos por aumento de violencia.

La crisis de seguridad en Campeche va en aumento, y los datos oficiales lo confirman. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, la percepción de inseguridad en la capital del estado, San Francisco de Campeche, se disparó del 48.8 % al 60 % en tan solo tres meses, durante el primer trimestre de 2025.

Este incremento de 11.2 puntos porcentuales refleja un deterioro alarmante del entorno social, mientras la gobernadora Layda Sansores sigue enfrascada en discursos, propaganda y persecuciones políticas, dejando de lado los problemas reales de las y los campechanos.

En contraste con otras regiones que han logrado contener o incluso reducir estos niveles de percepción, Campeche destaca tristemente por ir en sentido contrario, revelando un gobierno completamente rebasado por la inseguridad.

Aún peor, la encuesta también muestra un aumento en los conflictos sociales y enfrentamientos, especialmente entre personas mayores de 18 años. En la capital estatal, esta problemática pasó de un 30.4 % a 33.6 %, mientras que en Ciudad del Carmen el salto fue drástico: de 20.7 % a 42.5 %, lo que evidencia el descontrol y la tensión creciente en el estado.

Los números no mienten: el gobierno de Layda Sansores ha perdido el control, mientras los ciudadanos enfrentan cada vez más miedo, violencia e incertidumbre. La narrativa del “cambio” quedó sepultada bajo los datos del INEGI: hoy Campeche es más inseguro, más dividido y más abandonado que nunca.