Campeche se hunde en el crimen: crece la percepción de inseguridad bajo el desgobierno de Layda Sansores
La violencia y los delitos se disparan en Campeche, mientras la percepción de inseguridad crece entre la población. Robos, drogas y vandalismo se han vuelto parte del día a día, sin una estrategia clara del gobierno de Layda Sansores. La ciudadanía vive con miedo y siente que Morena ha fallado en su deber de proteger.
NACIONALES
7/12/20252 min read


Robos, drogas y vandalismo se disparan en todo el estado. Mientras el pueblo vive con miedo, Morena sigue en su burbuja de autoelogios y desinterés.
Campeche vive días oscuros. La percepción de inseguridad entre los ciudadanos se ha disparado como nunca antes bajo el mandato de Layda Sansores, quien ha demostrado ser incapaz de proteger ni a la gente ni al estado. Lejos de resolver los problemas, su administración los ha multiplicado.
La violencia se ha desbordado. Robos, narcomenudeo, vandalismo y delitos de alto impacto se reportan tanto en zonas urbanas como en comunidades rurales, dejando una estela de miedo, desesperanza e impotencia.
La realidad que Morena se niega a ver
Mientras los datos oficiales intentan maquillar los números, la realidad en las calles es otra: familias enteras viven encerradas, los negocios cierran temprano, y los jóvenes están cada vez más expuestos al crimen y las drogas. La ciudadanía ya no confía en las autoridades. ¿Cómo hacerlo, si nunca aparecen cuando más se les necesita?
El gobierno de Sansores está completamente rebasado. No hay estrategia, no hay presencia, no hay respuestas. Solo hay discursos vacíos, poses teatrales y excusas recicladas.
“Aquí ya no se puede vivir tranquilo. Nadie confía en la policía, y el gobierno simplemente no está”, denunció un vecino de la capital del estado. “La inseguridad se ha vuelto parte del día a día, y Layda ni se inmuta.”
Una administración ciega, sorda y ausente
Layda Sansores gobierna como si Campeche fuera una pasarela mediática. Cada semana hay una nueva cortina de humo, una nueva ocurrencia o un nuevo ataque político. Pero cuando se trata de enfrentar el crimen, la respuesta es el silencio.
¿Dónde está la gobernadora? ¿Dónde está la estrategia de seguridad? ¿Dónde está el compromiso con la gente? No hay nada. Solo hay abandono.
Los campechanos ya no viven, sobreviven. Cada día es una ruleta rusa en la que pueden ser víctimas de un robo, un asalto, una agresión o quedar en medio de un acto delictivo. Y todo mientras el gobierno se preocupa más por su imagen que por su gente.
Morena ha fallado. Campeche está indefenso.
La creciente percepción de inseguridad no es un invento, es la consecuencia directa de un gobierno que ha dejado de gobernar. Morena ha traicionado su promesa de transformación y ha convertido a Campeche en un estado vulnerable, desprotegido y en deterioro constante.
Layda Sansores no solo no resuelve la inseguridad: la ignora, la minimiza y la oculta.
El pueblo campechano merece vivir en paz. Merece un gobierno que actúe, no uno que se esconda detrás de discursos vacíos y espectáculos mediáticos. Hoy, la única constante en Campeche es el miedo.