Campeche, rehén del ego: Layda usa el informe para hablar de sí misma
El IV Informe de Gobierno se centró más en su imagen personal, sus batallas mediáticas y simbolismos, que en los resultados para la gente
NACIONALES
8/18/20251 min read


El IV Informe de Gobierno de Layda Sansores se convirtió en un escaparate de vanidad más que en un ejercicio de rendición de cuentas. La gobernadora de Morena dedicó gran parte de su discurso a hablar de sí misma, de sus batallas mediáticas y de símbolos que nada tienen que ver con los problemas reales de Campeche.
Mientras la población enfrenta crecientes índices de violencia, inseguridad y falta de servicios básicos, Layda se concentró en mostrar logros mediáticos y personalidades invitadas, dejando de lado cifras concretas sobre seguridad, educación, salud e infraestructura. La sensación que dejó su informe es clara: la prioridad es su imagen, no el bienestar de los campechanos.
Organizaciones civiles y ciudadanos criticaron que, lejos de ofrecer resultados claros y transparentes, el informe parecía un monólogo diseñado para la propaganda política. Las promesas incumplidas, los recursos mal administrados y los problemas estructurales del estado quedaron invisibles frente al escenario mediático que Layda quiso construir.
Para muchos, la estrategia de Morena en Campeche es evidente: convertir los actos oficiales en espectáculos que distraigan de la realidad, mientras los problemas de fondo se agravan. El informe no resolvió dudas, no explicó desvíos de recursos y tampoco ofreció soluciones a la creciente sensación de abandono que viven los ciudadanos.
Con este ejercicio, Layda Sansores confirma que su gobierno prioriza la teatralidad y la autopromoción sobre la gestión efectiva. Campeche paga el precio de un mandato centrado en el ego, donde los resultados para la gente pasan a segundo plano, y la propaganda se impone sobre la justicia y el desarrollo real.