La Importancia de Intensificar la Oración Durante el Cónclave

NACIONALES

4/30/20252 min read

Invitación a la Oración

El pasado 30 de abril de 2025, la Santa Sede emitió un comunicado que resalta la fundamental importancia de la oración de los fieles en el contexto del cónclave que se aproxima. En este tiempo de congregaciones generales en Roma, los cardenales han querido hacer un llamado al pueblo de Dios, instando a todos los fieles a intensificar su vida de oración como medio de acompañar espiritualmente este significativo proceso eclesiástico.

Un Momento de Discernimiento Espiritual

El cónclave no es solo un evento logístico y administrativo; se trata de un momento profundo de discernimiento que requiere la docilidad al Espíritu Santo. Los purpurados subrayan que, para que este proceso sea fructífero, es necesario que cada miembro de la Iglesia esté abierto a la acción del Espíritu, dispuesto a escuchar y a seguir la voluntad de Dios. Este llamado a la oración también nos invita a una reflexión personal y colectiva sobre nuestro compromiso con la fe y la misión de la Iglesia.

El Poder de la Intercesión de María

El mensaje del colegio de cardenales también destaca la intercesión de la Virgen María. En tiempos de incertidumbre y cambio, la protección y guía maternal de María son un faro de esperanza para todos los católicos. Al rezar, invocamos su ayuda para que conduzca a los electores del nuevo líder de la Iglesia, ayudándoles a tomar decisiones que estén alineadas con los designios divinos para la humanidad y la Iglesia. La oración durante el cónclave puede convertirse en una verdadera 'experiencia de gracia', donde cada fiel, en unión de corazón y mente, eleva su plegaria al cielo.

Así, somos llamados a vivir esta etapa de elección con seriedad y devoción, reconociendo que cada oración cuenta. Juntos, mediante la intensificación de nuestras plegarias, podemos contribuir a un ambiente de paz y disposición espiritual que favorezca la actuación del Espíritu Santo en el cónclave y, por ende, en la vida de la Iglesia. La invitación está hecha: oremos con fervor y esperanza.