El Cártel de Sinaloa: Poder y Control sobre el ELN en Colombia
INTERNACIONALES
2/9/20251 min read


La Influencia del Cártel de Sinaloa en el ELN
En recientes declaraciones, Gustavo Petro, el presidente de Colombia, sorprendió al afirmar que ‘el cártel de Sinaloa es el actual jefe del ejército de liberación nacional’ (ELN). Esta afirmación resuena con la creciente preocupación sobre cómo las organizaciones criminales se han apoderado del panorama del narcotráfico en América Latina. El ELN, que es considerado la última insurgencia activa en Colombia, ha evolucionado de ser un grupo guerrillero a convertirse en una de las estructuras criminales más poderosas de la región.
El ELN: Una Guerrilla Binacional
Según Insight Crime, el ELN ha llevado a cabo un proceso de expansión significativo hacia Venezuela en los últimos años, fortaleciendo su presencia en un país ya afectado por la crisis política y económica. A través de este proceso, se han establecido vínculos más profundos con el cártel de Sinaloa. Esta dinámica no solo desafía la estabilidad de Colombia, sino que también plantea interrogantes sobre la soberanía y seguridad nacional del país vecino. Las acciones del ELN en territorio venezolano han permitido que la organización criminal actúe como una guerrilla binacional, facilitando el tráfico de drogas y otras actividades delictivas.
El Auge del Narcotráfico y su Impacto Social
La declaración de Petro destaca un problema crucial: la intersección entre el narcotráfico y la insurgencia en Colombia. La afirmación de que los ‘dueños de esas estructuras no son comandantes colombianos’ revela cómo el comercio de cocaína ha desencadenado un fenómeno en el que organizaciones extranjeras, como el cártel de Sinaloa, han comenzado a ejercer influencia sobre grupos insurgentes locales. Este fenómeno no solo transforma la dinámica del conflicto armado en Colombia, sino que también provoca un aumento en la violencia y el desplazamiento forzado de comunidades enteras.
La lucha contra el narcotráfico y las estructuras criminales como el ELN y el cártel de Sinaloa requiere una estrategia integral que aborde tanto los factores sociales que perpetúan el fenómeno como las organizaciones criminales que se benefician de él. La cooperación internacional y la construcción de políticas públicas son fundamentales si se quiere disminuir el control de estas organizaciones sobre la sociedad.